Receta: mousse de chocolate

Mi madre vuelve a la carga con una nueva receta, y vuelve con fuerza. ¡Mousse de chocolate!, o como siempre los hemos llamado en casa: vasitos de trufa caseros.

Aparte de las serraduras portuguesas, cuya receta aún no he publicado en Cocina.es pero poco le queda, no conozco un postre más fácil y rápido que esta mousse de chocolate, que además esté tan rico y que guste tanto al 99,9% de los mortales. Sin duda, es el postre ideal para esas cenas con familiares o amigos en las que uno no quiere dejar de agradar, o incluso sorprender, pero el tiempo apremia. Lo único que hay que tener en cuenta es que la mousse, para que coja consistencia, debe reposar en el frigorífico de un día para otro, pero hacerla no os llevará más de 15 minutos.

Os juro y os rejuro que en muchas ocasiones he intentado comerme sólo la mitad de estos vasitos de trufa con el fin de reservar la otra mitad para más adelante, y no he sido capaz. La razón está en el delicioso sabor suave de la mousse de chocolate, en su textura, en su aroma, y en el irresistible poder adictivo del chocolate que lentamente me quita la vida al mismo tiempo que me la multiplica.

Aunque en mi casa siempre hemos disfrutado de los vasitos de trufa tan cual los veis, a cucharadas, bien en las meriendas, o bien en esos pequeños grandes momentos de placer en el sofá por la noche, viendo una buena serie o una película, ni que decir tiene que esta mousse de chocolate se presta igualmente como relleno de tartas y pasteles.

Mi madre me decía en el correo cuando me mandó esta delicia: «Te envío la receta de los vasitos de trufa, que como bien sabes están buenísimos, son fácles de hacer y siempre vienen bien como postre. Espero que te gusten y que te sirvan para tu Blog. Besos». ¡Y tanto que lo sé! ¡Y tanto que me gustan y sirven! ¡Y tanto que este Blog se escribe con mayúsculas! ¡Y tanto que me apodero de esos besos y te los devuelvo multiplicados por cincuenta!

¿Qué os parece?