¿Sabes pelar un plátano?

¿Toda la vida haciéndolo y resulta que no sabes pelar un plátano? Pon atención, porque apostaría 200 bananas a que no sabes cómo pelar un plátano bien.

No, no sé si te has dado por aludido en según qué connotaciones de la expresión «pelar» asociada al sustantivo «plátano» o «banana», pero éste es un blog serio de cocina, así es que cuando has leído «pelar», me estaba refiriendo a «pelar», y cuando has leído plátano, me estaba refiriendo al único fruto del amor; o sea, a la banana. Sólo si esto está claro, podemos continuar.

Dicho esto, os confieso que ayer aluciné en colores cuando descubrí que algo tan cotidiano como pelar un plátano, algo que aparentemente no esconde ningún entresijo posible, admite una interpretación mucho más sabia que la que venía empleando desde que tengo uso de razón. O dicho de otro modo: ayer, con mis 38 primaveras recién estrenadas, al fin supe cómo pelar una banana bien, cuando nunca hubiera imaginado siquiera que existiera una forma diferente de hacerlo.

Casi toda la gente que viste y calza tiende a pelar los plátanos por la parte de arriba; o sea, cortando o hincando el diente al saliente duro que conecta a cada plátano con el resto de la piña, y tirando hacia abajo. Sin embargo, todos los simios de los documentales de La 2 saben que los plátanos y bananas se pelan por abajo.

¿Por abajo? ¡Como lo oyes, amigo!, por abajo, sin mordidas y sin necesidad de manchar un cuchillo. Puede parecer un detalle sin importancia, pero yo sé que en tu vida va a haber un antes y un después tras haber leído esto. Cualquier cosa, menos acabar cediendo ante la primera banana inmadura que se te ponga tonta,  y acabar diciéndole al de al lado que si te lo pela.

Cómo pelar un plátano

Leo el destacado, y me tengo que reír. ¿Acaso hay alguien que haya puesto en duda alguna vez su técnica para pelar plátanos y bananas? No, hasta el más inseguro piensa que los pela como es debido. Pero este vídeo de ExpCaseros es la demostración de que todo se puede mejorar:

¿Cómo te has quedado? ¿No es curioso que ni si quiera se te hubiera pasado nunca por la cabeza cuestionar tu forma de pelar los plátanos? ¿Imaginas la de cosas que hacemos de una determinada manera por el simple hecho de que siempre se ha hecho así, y que podríamos hacer mejor de otra forma?

Ya estás tardando en despojarte de la costra de saber que han curtido en tu inteligencia los millones de años de evolución del ser humano, y «desaprender» a pelar plátanos como un hombre, para aprender a pelar plátanos como el mono que llevas dentro.

Recetas con plátano

Después de gozarlo por primera vez en tu vida afrontando el reto de cómo pelar un plátano o cómo pelar una banana como mandan los cánones, te propongo darle una salida digna a todos esos plátanos a los que has despojado de su confortable abrigo, para hacer las 3 recetas con plátano que más me gustan:

1. Pan de plátano con nueces

En realidad, se trata de un bizcocho con un sugerente sabor a plátano y vainilla. Una merienda sin igual que, mojada en chocolate, se convierte en una delicia de alto voltaje.

Recetas con plátano: pan de plátano y nueces

2. Tartaletas de plátano

Son parecidos a los pastelitos de Belém portugueses, pero hechos con crema de plátano. Fáciles y muy apropiados si tienes invitados en casa en la hora de la merienda.

Recetas con plátano: tartaletas de plátano

3. Crepes con chocolate y plátano

Mira que me gustan los crepes dulces y mira que he probado combinaciones, pero como la clásica combinación de chocolate negro y plátano no he encontrado otra que me guste más.

Recetas con plátano: crepes de chocolate y plátano

¡Que viva el plátano!

Foto: With Associates

Rate this post

2 comentarios en “¿Sabes pelar un plátano?

  • 7 septiembre, 2016 a las 13:57

    Fantástico!
    Gracias por compartirlo!

    Respuesta
    • 7 septiembre, 2016 a las 16:40

      ¡Gracias a ti! Un saludo 😉

      Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ricardo Ojalvo

Se define a través de sus recetas y artículos como un consumidor consciente y un amante de la cocina dominado por la curiosidad, comprometido con la causa de los platos fáciles, rápidos, ricos y sanos. Su pasión de eterno aprendiz es la sal de sus publicaciones, y su humor, la pimienta.