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7 errores comunes a la hora de cocinar pasta

Vincenzo Boccaruso, un joven italiano amante de la cocina, me hablaba hace poco de los errores más comunes que cometemos en España a la hora de comer pasta, aludiendo a un conjunto de pifias que afectan al sabor, a la textura y a la mordida de la pasta, y que, grosso modo, también en mi opinión, son un fiel reflejo de la realidad «manque» nos duela.

Es cierto que la pasta se cocina en ocasiones como recurso fácil y rápido por quienes no pilotan demasiado en la cocina, pero una cosa es que cocinar pasta sea asequible, y otra muy distinta es que se pueda hacer de cualquier manera. Por eso, y porque todos los días te tienes que ir a la cama sabiendo algo más de cocina, no está de más que le eches un repaso a esta lista de 7 errores comunes a la hora de cocinar pasta avalada por L‘Accademia Barilla (una de las más importantes escuelas de cocina italiana):

1. Por algún extraño motivo que Iker Jiménez y su equipo aún no han podido desvelar, «es muy habitual cocinar la pasta durante más del tiempo indicado en el paquete. Normalmente, para la pasta de grano duro, el tiempo de cocción es de entre 10 y 12 minutos. El objetivo es conseguir que la pasta quede al dente»; es decir, que al morderla sintamos que el corazón de la pasta no se deshace, sino que ofrece un cierto grado de resistencia.

2. Los españoles somos de echar un chorro de aceite en la olla se cueza lo que se cueza. «Añadimos aceite al cocinar la pasta con la excusa de que, de lo contrario, ésta se nos pega -cosa que evitaremos simplemente removiendo un poco de vez en cuando-«, pero solemos ignorar que, al engrasar la pasta, estamos provocando que la salsa no se adhiera a ésta una vez que mezclemos ambas cosas.

3. Otra manía muy común es la de echar el puñadito de sal al agua antes de que ésta hierva. Cuando se cuece pasta, «la sal hay que añadirla después de haber echado la pasta, y no antes, ya que el agua salada tarda más en hervir».

4. Entre las meteduras de pata más viles está la de «poner la pasta debajo el grifo una vez escurrida». ¿Por qué? Con esto, sólo conseguimos que la pasta pierda sabor y se enfríe innecesariamente.

cocinar pasta

5. Eso de hacer primero la pasta y dejarla luego en barbecho mientras terminamos de preparar la salsa, es un delito por el que muchos deberíamos haber sido enchironados. Según Vincenzo, «la salsa o el condimento que queramos usar con la pasta, hay que tenerlo listo desde antes, o terminarlo mientras se cuece la pasta, ya que ésta, una vez escurrida, tiene que salteada rápidamente con la salsa para que adhieran bien todos los ingredientes y sea todo más sabroso».

6. El anterior delito elevado a la categoría de pecado mortal consiste en «cocinar la pasta por la noche, para comerla el día después, cuando por todos es sabido que la pasta se cuece y se come a los pocos minutos de haberla cocinado». Si dejamos pasar demasiado tiempo, se convierte en una masa triste y pegajosa con una textura blanduzca desagradable.

7. Estando hechas con los mismos ingredientes, cada tipo de pasta justifica su morfología por resultar apropiada para determinados tipos de salsas; por eso nos equivocamos al usar cualquier tipo de pasta con cualquier tipo de salsa. «Por ejemplo, la boloñesa, no hay que comerla con espagueti», ya que la salsa se irá al fondo del plato y jamás quedará adherida a la pasta. «La receta clásica es con tagliatelle fresche all’uovo o en alternativa se pueden usar tortiglioni o rigatoni«.

Y ahora sí, una vez que tengas bien claros todos estos consejos sobre «cómo cocinar pasta» y sobre «cómo no cocinar nunca la pasta», puedes echar mano de la enorme lista de recetas con pastas de RecetasComidas.com para disfrutar de este santo y universal alimento que es la pasta.

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12 comentarios en “7 errores comunes a la hora de cocinar pasta

  • 5 mayo, 2014 a las 14:14

    Vaya tela. Cometo todos los errores que se mencionan en tu artículo, uno tras otro. Cuezo la pasta en agua con sal y algo de aceite, la cuezo seguramente durante más tiempo del que aconseja el fabricante, la escurro en agua para enfriarla, y después hago la salsa. Por supuesto suele ser la comida que nos comemos al día siguiente.

    En consecuencia, será mejor que no invite a tu amigo a que pruebe mis espaguetis.

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    • 6 mayo, 2014 a las 9:20

      ¡Pleno al siete para el caballero! Si llego a hacer una Quiniela con los 7 errores al cocinar pasta, te llevas el bote 🙂

      Respuesta
    • 14 octubre, 2016 a las 6:05

      Usted come cualquier cosa menos pasta. La pasta es sagrada, sólo uno de los puntos comentados arriba es imperdonable. Ya veo que usted los comete todos. Por favor haga otra cosa

      Respuesta
  • 5 mayo, 2014 a las 21:59

    Cagada tras cagada

    Respuesta
    • 6 mayo, 2014 a las 9:15

      La de cosas que hacemos en la cocina porque sí, que no son tan así… Ya sabemos algo más, Nevo. Un abrazo.

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  • 6 mayo, 2014 a las 18:19

    No me convence lo del aceite. Yo voy a seguir poniendolo.

    Respuesta
    • 7 mayo, 2014 a las 9:03

      ¡Jajaja! Con dos huevos, sí señor. Pues me parece muy bien, pero si ves que la salsa no se te pega a la pasta, no digas que los de Cocina.es no te habían advertido.

      Respuesta
    • 14 octubre, 2016 a las 6:07

      La pasta no necesita aceite. La pasta abajo y el aceite arriba. Estas gastándolo innecesariamente. Pero total es tu dinero sigue tirándolo.

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  • 16 octubre, 2014 a las 14:04

    ¿ QUE EL AGUA HIERVE ANTES SIN SAL?
    ME APUESTO 1000 € A QUE ESO NO ES CIERTO
    ES CUESTION DE FISICA
    ESPERO QUE EN EL RESTO DE LOS «ERRORES» ESTEN MAS ACERTADOS

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    • 14 octubre, 2016 a las 6:11

      NOOOOOOOOO. No es de física, es de química. La propiedad del agua cambia eso está probado científicamente. Haz la prueba con dos cazos y lo pones a hervir uno al lado del otro, con la misma cantidad de agua y uno con y el otro sin sal.

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    • 14 octubre, 2016 a las 6:13

      Gracias. Excelente enlace. Ojalá que Eduardo tenga la humildad de leerlo

      Respuesta

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Ricardo Ojalvo

Se define a través de sus recetas y artículos como un consumidor consciente y un amante de la cocina dominado por la curiosidad, comprometido con la causa de los platos fáciles, rápidos, ricos y sanos. Su pasión de eterno aprendiz es la sal de sus publicaciones, y su humor, la pimienta.