
Según dicen, el secreto de que uno no termine más empachado que una mula, es la combinación perfecta de dulce y salado (sin perder de vista que son postres) y de la cantidad de alimento que se presenta en cada plato. Yo solo puedo decir que, para mi, sería un sueño cumplido poder entrar en mi restaurante favorito, en ese cuya carta de postres me comería entera, y pedir única y exclusivamente eso, mousse de chocolate, tiramisú, helado, tarta de queso, etc etc. Madre mía, solo de pensarlo se me hace la boca agua… Y las caderas más grandes, jeje.
Foto: Carmen05
