Receta: salmorejo de remolacha

Exquisito, fácil, rápido, original, nutritivo, crudivegano… ¿Cuántas razones necesitas para hacerte hoy mismo este delicioso salmorejo de remolacha?

A mí me chifla el salmorejo en general, pero desde que cruzó la barrera de mis labios la primera cucharada de este gazpacho denso y cremoso, siempre he estado interesado en «adulterar» la versión del salmorejo cordobés de tomate, añadiendo otros ingredientes.

Por eso, igual que un buen día decidí con mucho acierto hacer un gazpacho de cerezas, otro buen día tuve la lucidez de afinar en los ingredientes para hacer un salmorejo de remolacha que, aparte de un sabor irresistible, tiene un color espectacular.

Que está muy rico, es indudable, pero lo más seductor es el hecho de tratarse de una crema fría que no requiere calentar los ingredientes.

Gracias a eso, el salmorejo de remolacha nos permite aprovechar al máximo los nutrientes y las muchas propiedades de la remolacha, del tomate, etc.

Tan es así, que aparte de hacer muy buen estómago, este salmorejo me deja siempre con esa sensación de bienestar general que transmiten últimamente los anuncios de yogures. Vamos, que si incluyes de forma habitual este salmorejo de remolacha en tu dieta, es muy posible que en los próximos dos años rejuvenezcas seis.

Salmorejo de Remolacha

Un concentrado de sabor, color y vitaminas, para comer bien y sentirse mejor. ¡Tienes que hacerlo!
Salmorejo de remolacha

Ingredientes para 4 raciones de salmorejo:

  • 1 remolacha cocida
  • 5 tomates pera
  • 1 diente de ajo
  • 1 trocito pequeño de cebolla
  • 40 gr. de pan duro
  • 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1,5 cucharadas de vinagre de manzana
  • Queso fresco (opcional)
  • Reducción de vinagre de Modena (opcional)
  • Albahaca (opcional)
  • Agua
  • Sal

Cómo hacer salmorejo de remolacha:

  1. Echar en el vaso de la licuadora (o de la batidora) la remolacha cortada en dos, los tomates lavados y a la mitad, el ajo pelado y sin la hebra central, el pan empapado en agua, y la cebolla tal cual.
  2. Añadir también el aceite de oliva virgen extra (que sea suave), el vinagre y tres o cuatro pellizcos de sal.
  3. Licuar hasta obtener un salmorejo fino, sin tropezones. Si tienes alguna duda, lo puedes colar.
  4. Deja enfriar el salmorejo antes de servirlo, y decora los cuencos con unos daditos de queso fresco, albahaca y unos hilos de reducción de vinagre.

Tiempo de preparación: 5 minutos

Tiempo de cocción: 0 minutos

Veredicto: ★★★★★

La diferencia entre el salmorejo cordobés tradicional y este salmorejo de remolacha, a parte de tener éste un color mucho más llamativo, es el delicioso dulzor y el «sabor a tierra húmeda» que le proporciona la remolacha.

A modo de consejo, si tienes mucha prisa por comerte el salmorejo de remolacha lo antes posible, basta con que utilices una remolacha y unos tomates fríos, directamente sacados del refrigerador.

Como ya he dicho, la presentación es opcional. En Andalucía, donde el salmorejo auténtico conserva su cuna, suelen servirlo bien con queso, o bien con taquitos de jamón. Si optas por el jamón, yo te recomiendo que uses virutas de jamón ibérico en vez de tacos.

¡Ah!, y no dudes hacer de más si quieres tener salmorejo de remolacha para días: ¡se puede congelar!

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