
A esto además, según Palacios, se le suma que las personas encargadas de vender nuestros productos en el exterior tampoco siguen una buena estrategia y cree que es debido a que el Ministerio que se encarga de este sector no tiene un departamento específico que guíe, ayude, fomente y ofrezca medios y apoyo.
A causa de esta falta de amor propio es difícil que el sector suba como se merece, ya que ni siquiera los mismos consumidores españoles conocen los alimentos y las regiones en las que se producen.
