
En la selección, los expertos catadores de jamón ibérico (en cuya piel nos hubiera gustado estar a todos en tan «sacrificada» tarea), valoraron el sabor, la jugosidad, la textura y el aroma del jamón de la Denominación de Origen cordobesa de «Los Pedroches». Éste, sin bien a priori se podía pensar que contaba con menos peso que los jamones extremeños u onubenses, consiguió seducir a los catadores en una selección hecha a ciegas. La pieza elegida pertenece a Ibesa, un jamón ibérico puro de bellota que también fue seleccionado en la categoría de «Jamón y vino que mejor armonizan entre sí». Los vinos, por su parte, fueron un Malleolus Valderramiro 2007 y un Champagne Don Pérignon.
