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De gallinas, huevos, precios y normas de la UE

Estamos de huevos… otra vez. Sí, como lo leéis, el temita de los huevos, que ya abordamos en 2011 en un artículo escrito «con un par de huevos» (todo hay que decirlo), vuelve a la palestra, y lo hace en relación a la actualización de una normativa de la UE según la cual, las jaulas en las que algunas gallinas pasan el total de sus días, a partir de ahora tendrán que tener un tamaño de 750 cm³, frente a los 550 que estaban establecidos hasta el momento.

Al mencionado aumento del tamaño de las jaulas de las gallinas ponedoras impuesto por esta nueva norma de la UE, se suma la obligación de incluir pequeños complementos con los que se pretende mejorar las condiciones de vida de las propias gallinas: bebederos, pequeños nidos, etc. Cosas de aves. Y claro, todo esto supondrá una inversión por parte de los productores, que acabará repercutiendo en el precio mismo de  los huevos.

Recuerdo cuando traté el controvertido tema del maltrato de ocas para la obtención de paté y foie gras, que algún lector se echó las manos a la cabeza diciendo que en los tiempos de crisis que atravesamos, lo que menos importa es la calidad de vida del animal, sobre todo si un tipo de producción, digamos digna, supone un incremento del precio del producto. Pero yo soy de los que piensan que, tanto respecto a ese tema como en lo referido a las gallinas y a los huevos, el fin no debe justificar nunca los medios; entendiendo por fin el hecho de producir la mayor cantidad de huevos posible con el menor coste posible, y por medio, la cría permanente de las gallinas en jaulas de un tamaño excesivamente reducido.

Vaya por delante que, más allá de las normas, los consumidores tenemos desde siempre la oportunidad de decidir el estilo de vida que queremos para las gallinas. ¿Cómo? Simplemente, eligiendo un tipo de huevo u otro en función del modelo de cría y de alimentación de la gallina ponedora. ¿Y cómo podemos saber e esto? Fijándonos en la primera cifra que aparece en el código impreso de cada huevo. Hay 4 números posibles, para 4 clases de gallinas diferentes:

· Si empieza por 3 (la mayoría), se trata de huevos de gallinas criadas en jaulas.

· Si empieza por 2, son de gallinas criadas en suelo, en naves con comederos, pero sin jaula.

· Si empieza por 1, estamos ante huevos de gallinas criadas al aire libre.

· Si empieza por 0, los huevos provienen de gallinas alimentadas con piensos de la agricultura ecológica, y al aire libre.

Explicación del significado de los códigos de los huevos
Explicación del significado de los códigos de los huevos / Fuente: Instituto de Estudios del Huevo

Así que el tema es bien simple: debemos comprar huevos del 2, del 1 o del 0, si somos de los que le damos importancia tanto al trato de los animales utilizados para la producción de alimentos, como a la calidad del propio huevo; y si podemos permitírnoslo, claro, ya que su precio es mayor. Y debemos comprar huevos de la clase 3, si lo que queremos son huevos al mejor precio, independientemente de las consecuencias que eso tenga en el estilo de vida de las gallinas, y en la calidad del huevo. Eso sí, a partir de ahora, por lo que parece, es posible que el precio de los «huevos 3», se aproxime al de los «huevos 2, 1 y 0», a razón de una mejora lógica en el trato del animal. Nosotros elegimos, las gallinas, no. El que escribe acepta gustosamente la subida como parte del trato, ¿pero vosotros qué pensáis?

Huevos tendidos

Fotos: A_Romy / Instituto de estudios del Huevo

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8 comentarios en “De gallinas, huevos, precios y normas de la UE

  • 28 marzo, 2012 a las 11:05

    Siempre me había preguntado que significaban todos esos numeros.Gracias por aclararlo tan bien!
    estoy contigo en lo de dejar de comprar los de clase 3.Arriba los 2,1 y 0!!
    Un besin.

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    • 28 marzo, 2012 a las 11:41

      Yo no entiendo por qué en vez de usar números, no ponen directamente lo que toca. Luego están los que, vendiendo «huevos del tipo 3», te plantan en el cartón una bonita foto de una granja al aire libre con gallinas felices y contentas, con su Sol, sus nubes, su hierba verde, sus árboles y sus gallos cantores bien hermosos. O los que, sin vergüenza alguna, juegan con el eslogan de la marca usando palabras como «natural», «de campo», «granja», «ecológico», etc.; sin corresponderse con la realidad. Otro besín para ti, Pío.

      Respuesta
  • 28 marzo, 2012 a las 15:04

    Creo, por lo que he leído por ahí, que el numero 2 tampoco es que sea muy apto para la salud de las gallinas. Aunque estén en suelo y no en jaulas siguen estando hacinadas en una sala sin poder casi moverse. Como un megaconcierto podríamos decir. Y los trastornos por luz también los tienen. Yo llevo mas de un año siendo vegetariano y solo consumo numero 0 o 1.

    Esta muy bien lo que dice la gente de pensar en las personas y no en los animales, pero la crisis no es culpa de los animales, es culpa de los que se gastan en un cuadro 90.000€, a estos son los que les tendrían que cortar las alas…

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  • 28 marzo, 2012 a las 17:00

    Tengo la suerte enorme, de contar con un tío granjero que tiene gallinas ponedoras… La verdad es que casi nunca compro huevos, pero cuando los he comprado me ha dado mucha rabia ver que los números empezaban por el 3, ya que no es algo que se vea hasta que abres la huevera en casa, no entiendo porqué no se puede poner fuera o, como dices, que lo indiquen claramente con palabritas, que eso lo entendemos todos.

    Lo que sí me queda claro, es que por un poco más de dinero, comer un huevo 3 o uno 0, merece la pena, porque la diferencia es abismal.

    Respuesta
  • 28 marzo, 2012 a las 19:49

    Teneis razón en lo que decis, a mi me da lástima ver a las gallinas hacinadas como normalmente las tienen. PERO YO NO VEO NUNCA HUEVOS CON EL 0 o el 1

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    • 29 marzo, 2012 a las 8:42

      Hola Marina. Es cierto que, debido a la escasa demanda, los del 0 y el 1 representan un margen mínimo en el volumen total de huevos que se venden en los supermercados, pero haberlos haylos. Doy fe de ello 😉

      Respuesta
  • 30 marzo, 2012 a las 13:40

    Este temita ya me toca un poco los «huevos» (yo es que soy de humor fino). Está claro que una subida de precios en alimentos básicos nunca es una buena noticia, menos en los tiempos que corren, pero esto no justifica cualquier cosa. Poner un filete, un vaso de leche o unos huevos fritos en la mesa tiene unos costes de producción y no hay otra que asumir como un coste más el que los animales reciban un trato éticamente aceptable, lo que hoy por hoy no sucede. Más allá de los cromañones que siguen pensando que esto sólo preocupa a perroflautas y comehierbas, el debate sobre los derechos de los animales está superado y solo cabe avanzar en esa dirección.

    Si nos metemos en el meollo del asunto, es cierto que la subida porcentual de los huevos (los de clase 3) en las últimas semanas ha sido muy importante. Ahora bien, si tenemos en cuenta que ½ docena de huevos camperos (clase 1) cuestan en Mercadona 1,30 € (0,22 €/ud), yo me pregunto: ¿tanto duele pagar 6 ó 7 centimos más por comer un huevo de más calidad, de una gallina que vive en mejores condiciones? ¿Cuántos huevos como la gente por semana?
    Porque a mí me duele de verdad cada vez que voy a la gasolinera y pago por un producto sabiendo que no ha mejorado un ápice en mucho tiempo pero su precio no para de subir.

    Por cierto, sin intención alguna de publicitar ninguna marca, también en Eroski se pueden comprar huevos de clase 1 (tanto en Eroski como en Mercadona los venden como huevos “camperos”). Ante la duda, abro la caja y miro el código de los huevos.

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    • 30 marzo, 2012 a las 14:13

      ¡Chapó, Esteban! 🙂

      Respuesta

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Ricardo Ojalvo

Se define a través de sus recetas y artículos como un consumidor consciente y un amante de la cocina dominado por la curiosidad, comprometido con la causa de los platos fáciles, rápidos, ricos y sanos. Su pasión de eterno aprendiz es la sal de sus publicaciones, y su humor, la pimienta.