Cómo hacer un Omelet Fácil

Pocas cosas en la cocina parecen tan fáciles como hacer un omelet, o tortilla francesa. Pero ya lo dije cuando intenté explicar cómo hacer una tortilla de patatas perfecta desde cero: en los detalles están el todo y la nada.

En una receta tan básica, con tan pocos ingredientes y tan pocos pasos, cada decisión cuenta. Desde los ingredientes, hasta la batida, y por su puesto, el cuajado en la sartén. Todo es importante a la hora de hacer un omelet fácil y cercano a la perfección.

Creo que la mayoría en España hacemos tortillas francesas para cenar, y se convierten en comodín cuando hay niños en casa por lo fácil y rápido, y también por la aceptación popular.

Pero si no le damos un toque de gracia a nuestras tortillas francesas (en francés, omelette), y no las hacemos como mandan los cánones, podemos perdernos la posibilidad de descubrir el esplendor de una de las grandes cenicientas de la cocina casera cotidiana.

Para ello, yo propongo cuidar mucho la batida del huevo, y añadir dos clásicos (queso y york) y algún toque sutil de sabor. Doy varias opciones.

Receta: Omelet (tortilla francesa) fácil, esponjosa y súper rica

No hay una lista de ingredientes fija, aunque evidentemente, no puede faltar el huevo. Hacer un omelet o tortilla francesa, es hacer un omelet de huevo, y es por eso que la elección del huevo no debe hacerse al azar, aunque no nos valdría de nada contar con el mejor de los huevos si despreciáramos el resto de detalles de la elaboración.

Ingredientes para hacer un Omelet de York y Queso

Una tortilla francesa con huevo, sal y aceite, es ya una omelette sin discusión, pero le vas a dar la vida eterna si le añades algo más. Te doy algunas ideas.

• 1 huevo de gallinas camperas bien alimentadas
• 1 chorrito de leche
• 1 quesito de porciones (o cualquier trozo de queso que funda bien)
• 1 loncha de jamón york
• 1 lluvia ligera de orégano
• 1 pellizo de sal
• 1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra

Cómo hacer el Omelet de York y Queso

Si los ingredientes son importantes, el proceso no lo es menos a la hora de obtener la mejor tortilla francesa posible, y aunque es obvio que la experiencia nos va a dar el dominio, hay una serie de concejos que nos pueden doctorar en tortilleros al primer intento.

• Lo primero es batir el huevo con unas varillas todo lo que nos dé la muñeca. Una buena batida nos asegura obtener una tortilla esponjosa.
• Hecho esto, ponemos la sartén a calentar con una cucharadita de aceite de oliva virgen extra.
• A la mezcla, le añadimos la sal, el queso y el york troceado, y un toque de orégano.
• Cuando la sartén esté caliente, echamos la mezcla y esperamos a que los bordes cuajen para doblar los bordes hacia dentro ayudándote con una lengua de cocina.

• El último paso consistiría en voltear la tortilla con mucho cuidado. Para hacerlo, desplázala hacia un borde de la sartén y álzala ligeramente. No la dejes más de 5 segundos en la sartén antes de volcarla en el plato, y conseguirás una tortilla francesa a medio cuajar, deliciosa y jugosa.

La omelet de queso y jamón york es todo un clásico (no he venido aquí a descubrir nada nuevo), y con el toque de orégano tiene un ligero regusto a pizza que me encanta. Pero hay muchas opciones: caballa en aceite desmigada, el pollo de las sobras del cocido del que usamos para hacer croquetas, una picada de chorizo fresco, taquitos de jamón ibérico, etc.

Sobre el orégano, es también una sugerencia que a mí me gusta personalmente, pero podemos prescindir de echarlo y probar con otras posibilidades para darle sabor a nuestro omelet: unos hilos de azafrán, una punta de pimentón de la Vera, unas hojas de albahaca, etc.

Incluso podemos marcarnos un «momento Ratatouille» y añadir algunas verduras rehogadas como pimiento rojo, cebolla, calabacín o berenjena, por ejemplo, para hacer un omelet de verduras igualmente exquisito.

¿Y tú, cómo haces la tortilla francesa?