Qué hacer con la corteza del queso

El queso es un alimento básico en los hogares españoles y uno de los más consumidos en bares y restaurantes. Pero la verdad es que esto no pasa sólo en España, también es uno de los alimentos más consumidos en todo el mundo.

Para muchos del queso sólo se aprovecha el interior y no sabéis qué hacer con la corteza del queso que, en el 90% de las ocasiones, termina en la basura. Gran error.

¿Tiro la corteza del queso a la basura?

Hay que tener claro, eso sí, que cada tipo de queso tiene un tipo de corteza y no todas pueden consumirse. Por eso, conocer cuáles se pueden comer y cuáles no, es primordial no sólo para comer aquello que te va a encantar, si no, para comer aquello que realmente se puede comer y tirar aquello que sólo tiene como fin la basura.

¿Qué es y para qué sirve la corteza del queso?

Antes de aclararte si la corteza del queso puede o no comerse, queremos contarte de forma rápida qué es exactamente y para qué sirce.

La corteza del queso tiene como misión proteger al queso de todo lo que puede dañarlo del exterior. Gracias a ella evitarás que el queso se estropee, que aparezcan moho, permite que madure mejor y que se conserve perfecto durante más tiempo.

Tipos de cortezas de queso

Lo siguiente que has de saber es que hay dos tipos de cortezas de queso. Unas pueden ser comidas, las otras no, y por eso tenemos que hablarte de ellas para que las conozcas bien.

Cortezas de queso artificiales

Son cortezas realizadas por el hombre, que nada tienen que ver con el proceso de maduración del queso.

En este caso hablamos de ceras comestibles, parafinas, plásticos y otros elementos de uso cotidiano de la industria alimentaria.

Entre los quesos que usan este tipo de recubrimiento encontramos los quesos de bola, y otros que suelen tener una cubierta plástica, como muchos semicurados.

Comerte este tipo de cortezas no te va a matar ni te va a causar problemas gastrointestinales, pero tampoco es recomendable ni te aportará nada al consumir tu queso. Por esto, este tipo de cortezas deberían terminar en la basura.

Consumir estas cortezas no es peligroso para la salud, pero desde luego, no son recomendables y aportan nada a la experiencia de degustar un queso.

Cortezas de queso naturales

Estas son las cortezas que genera el propio queso con el proceso de maduración y aquellas que se recubren con ingredientes naturales como aceites, grasas animales, especias como pimentón y pimienta, plantas aromáticas, sidras, sales, vinos y humos.

La corteza producida por el propio queso es rica en mohos comestibles y bacterias de alto valor nutricional. La mayoría de ellas, por lo tanto, se pueden comer sin problemas y así puedes hacerlo si realmente te aportan algo de sabor a la hora de consumir tu apreciado y querido alimento.

Cómo sé qué corteza de queso se puede comer

Hemos dicho que las cortezas de quesos naturales se pueden comer, siempre que estén protegidas de agentes externos. Comértela o no, es cuestión de gustos.

Para estar seguro de que es comestible, ten en cuenta los siguientes consejos:

  • Los quesos con Denominación de Origen no pueden hacer uso de las cortezas artificiales.
  • Los quesos muy curados suelen tener la corteza muy dura y son difíciles de masticar. ¿Se podría comer? Sí, si son naturales, pero puede que no te merezca la pena.
  • Los quesos tipo rulo como el brie, tienen una corteza deliciosa, que además aporta probióticos y penicilinas naturales, muy beneficiosos para la salud.
  • Las cortezas de los quesos muy cremosos, como por ejemplo la de la Torta del Casar, no son las más interesantes para comer, pues no aportan nada al queso, ni siquiera un sabor bueno.
  • Los quesos el Roquefort, el Gorgonzola, el Cabrales y los quesos azules, no tiene casi corteza, por lo que no es necesario separarlas.
  • Si ves una corteza de vivos colores, intensos y brillantes, generalmente rojas, amarillas y negras, suelen ser artificiales.
  • Una corteza muy regular y lisa también suele ser señal de artificial.
  • Una corteza natural suele tener colores mates, naturales y apagados, como marrones, ocres y anaranjados.

Pero hay más cosas que puedes tener en cuenta, y para que las conozcas todas, lo mejor es dejarte con las explicaciones y conocimientos de aquellos que más entienden del tema:

Usos de la corteza del queso

Lo más usual es que te comas la cáscara según degustas porciones de tu queso preferido, pero puede que prefieras usarlas para otros menesteres en la cocina.

Puedes usar la cascara del queso para dar sabor a los platos. Por ejemplo, puedes añadir trozos de cáscara de queso para intensificar el sabor de caldos, sopas, cremas o salsas. Es tan sencillo y económico como añadir la corteza desechada del queso durante el tiempo de cocción y dejar que vaya soltando su sabor a fuego lento.

Si en el momento de comer la preparación anterior, la corteza no se ha derretido, la puedes retirar sin problema. Lo importante es que su sabor ya estará en el guiso.

Otra opción muy buena es la de rallar la corteza del queso para usarlo en platos de pasta, en pizzas, en la salsa de tomate, para hacer un risotto, para saborizar un bocadillo.

Queso de Los Ibores
Queso de Los Ibores.

Lo ideal para tener siempre a mano corteza de queso, es congelarla en un recipiente hermético. Luego sólo has de sacar la cantidad que quieras consumir y listo.

Un último punto antes de irnos. Las mujeres embarazadas o que crean que pueden estarlo, nunca deberían comer la cáscara del queso. Las bacterias presentes en ella pueden llegar a ser peligrosas sobre todo para la salud del feto.

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Sofía

Es la "voz en off" de Cocina.es desde el nacimiento de este portal, y una apasionada cocinillas siempre deseosa de compartir sus originales recetas y sus inquietudes en torno al mundo de la alimentación.