text-decoration: line-through; }

Receta: fideos con marisco

La de fideos con marisco es una receta de tránsito entre la comida de invierno y la veraniega; es decir, una receta primaveral equilibrada como plato único, sabrosa, ligera y tan fácil, que hasta un periquito es capaz de hacerla sin dejar de cantar y sin salir de la jaula.

Como siempre, para lograr el punto de sabor que pretendemos en nuestros fideos con marisco, os recomiendo usar productos frescos, a ser posible procedentes de mercados de proximidad, así como seguir los consejos que os doy en la elaboración. No obstante, los que vayáis justos de tiempo y de material, veréis que se se trata de una receta muy comprensiva capaz de adaptarse perfectamente a las circunstancias de cada uno.

Fideos con marisco

fideos con mariscos

El sabor del tomate frito casero y el caldo de marisco, es la base de esta sencilla receta de fideos con marisco.

Ingredientes:

  • 16 langostinos frescos sin cocer
  • 16 mejillones frescos
  • 1 taza de fideos finos
  • 1 tomate maduro grande
  • 1 diente de ajo
  • 1/4 de cebolla
  • 1 puñadito de alcaparras
  • 1 pizca de azúcar
  • 1 puñadito de orégano
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Agua
  • Sal

Elaboración:

  1. Empezamos haciendo el tomate frito casero. Ya sabéis: en una cazuelita, calentamos la cantidad justa de aceite de oliva y doramos el ajo y la cebolla bien picados. A los 5 minutos, añadimos el tomate rallado (con o sin piel, como queráis; yo soy de los que se resisten a descartar la piel, aunque procuro rallarla o picarla mucho, para que no resulte desagradable) con un puñadito de orégano y lo dejáis otros 10 minutos. En el proceso, matamos la acidez con un poco de azúcar y rectificamos de sal.
  2. Por otro lado, pelamos los langostinos. Reservamos cabezas y pieles, y las ponemos a cocer en un cacito aparte. Mientras, vamos quitando los intestinos a los langostinos pasándoles un cuchillo bien afilado por el lomo de arriba a abajo. Reservamos.
  3. Los mejillones los limpiamos bien, y los abrimos al vapor. Separamos la concha de la carne. Reservamos.
  4. Los fideos los añadimos directamente a la cazuela del tomate mientras éste chapotee, y a medida que nos lo pida la pasta, vamos echando el caldo caliente de la cocción de las cabezas y las pieles de los langostinos con un colador de por medio. A los pocos segundos, añadimos los langostinos crudos y las alcaparras. Un minuto y medio después, echamos los mejillones. Mezclamos suavemente, y mantenemos los fideos al fuego un minuto más (depende del grosor, pero seguiremos siempre las recomendaciones del fabricante) antes de servir el plato caliente con un vino blanco refrescante o una cerveza rubia.

Tiempo de preparación: 15 minutos

Tiempo de cocción: 15 minutos

Raciones: 2

Veredicto: ★★★★★

Muchos os preguntaréis por qué no he usado fideos gruesos para hacer una fideuá de marisco. La razón es bien simple: no tenía fideos de fideuá, y mi idea era, en relación con ese concepto de receta de tránsito estacional del que os hablaba al principio, hacer una sopa de fideos con todos estos ingredientes, pero sin caldo.

Si queréis darle un punto tostado a los fideos con marisco, sólo tenéis que introducir la cazuela en el horno (siempre que sea apta para horno) durante un minuto a 180 ºC (horno precalentado), calor arriba y abajo. De esta forma, los fideos se «empinarán» y la punta tomará un tono dorado.

El resultado, como veréis, es un plato sin grandes pretensiones sabroso y con una textura agradable en boca, en el que la base viene dada por la salsa de tomate y el caldo de marisco; el fundamento, por el marisco;  y el punto de contraste, por las bolitas avinagradas de alcaparras. ¿Os la apuntáis?

Rate this post

1 comentarios en “Receta: fideos con marisco

  • 8 mayo, 2014 a las 13:02

    Ayyy omaa que ricoo!!!

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ricardo Ojalvo

Se define a través de sus recetas y artículos como un consumidor consciente y un amante de la cocina dominado por la curiosidad, comprometido con la causa de los platos fáciles, rápidos, ricos y sanos. Su pasión de eterno aprendiz es la sal de sus publicaciones, y su humor, la pimienta.