¿Tienes un hijo al que la han detectado intolerancia a la lactosa? Cualquier alergia o intolerancia en nuestros pequeños, nos obliga a estar vigilantes con todas las comidas, especialmente con desayunos y meriendas.
Por suerte, el mercado nos da algunas opciones, como las galletas sin lactosa, que podemos combinar de muchísimas formas para conseguir que nuestros hijos coman variado, rico, sano…. ¡y sin riesgo alguno!
Cómo reaccionar ante un caso de intolerancia a la lactosa en casa
El primer paso que debemos dar cuando nos comunican que nuestro hijo o nuestra hija es intolerante a la lactosa, es concienciar a los pequeños de lo que tienen, y de cómo tienen que actuar a partir de entonces para no ingerir ningún producto con lactosa.
Por supuesto, evitar la leche y los derivados lácteos más obvios como el queo o el yogur, pero también la mantequilla, las cremas, el chocolate, los helados, y cualquier producto de bollería donde no aparezca claramente la etiqueta «sin lactosa» (entre otras muchas cosas).
Aprender a leer los ingredientes y la información en el envasado de los procesados, es vital para evitar una contaminación por lactosa. Y aprender a preguntar ante cualquier duda, en cualquier circunstancia (meriendas de cumpleaños, comidas con amigos, excursiones, etc.), también lo es.
Por supuesto, nosotros como padres también tenemos que tomar conciencia de lo que supone ser intolerante a la lactosa, y de cómo evitar la lactosa a partir de entonces en los desayunos, comidas, meriendas y cenas de nuestros hijos.
Cómo hacer una merienda sin lactosa
En muchos casos, ponemos el foco en las comidas principales del día, y pensar cada día en meriendas completas, originales y diferentes para nuestros hijos, nos resulta complicado. Si encima nuestro hijo es intolerante a la lactosa, el nivel de complicación sube un peldaño más. Para ayudarte, te vamos a dar algunas ideas de meriendas sin lactosa para niños intolerantes:
Fruta + galletas sin lactosa
Si nuestro pequeño es intolerante a la lactosa, unas galletas sin lactosa como las de Gullon que enlazábamos antes (cada vez más populares) acompañadas de una pieza de fruta de temporada, se nos antoja como la primera de las opciones.
Zumo + bollería casera
Si a nuestro hijo aún le cuesta comer fruta, un zumo de fruta 100% (sin azúcares añadidos, a ser posible) y una pieza de un bizcocho hecho por nosotros mismos, elaborado sin lácteos (sin leche, sin yogur), es otra alternativa.
Tostadas de pan con AOVE y mermelada
Una tostada de pan, a ser posible integral (o de semillas, con frutos secos), con unos hilos de aceite de oliva virgen extra y una mermelada de fruta, pueden ser también una deliciosa merienda bien saludable para nuestros niños, libre de lactosa.
Frutos secos como sustitutos de los lácteos
Siempre que tengan ya la edad para comerlos, y que hayamos descartado una posible intolerancia también a los frutos secos, éstos son una de las fuentes de calcio más interesantes con la que vamos a poder contar para elaborar las meriendas de nuestros hijos y compensar el déficit de calcio por la no ingesta de leche y de derivados lácteos.
Algunos frutos secos que son ricos en calcio incluyen almendras, avellanas y semillas de sésamo. Estos alimentos pueden ser una buena fuente de calcio para aquellos que buscan alternativas a los productos lácteos.
Si tenemos tiempo y queremos «complicarnos» un poquito, con frutos secos podemos hacer unas deliciosas barritas de cereales caseras con miel como aglutinante.
Palomitas de maíz, una merienda apetitosa y saludable
Aunque las relacionemos con momentos de ocio como una tarde de cine, la palomitas de maíz hechas con maíz, aceite de girasol y sal, son una deliciosa merienda saludable para de vez en cuando, totalmente apta para niños con intolerancia a la lactosa.
¿Y a ti?, ¿se te ocurren más ideas de meriendas sin lactosa para niños que sean fáciles, ricas y saludables?