
Como si se tratara de una jugosa receta de cocina, Martin Seligman desgranó los secretos del «florecimiento» y del «bienestar humano» (o la mal llamada, según él, felicidad de las personas) en una serie de ingredientes básicos y «medibles» a base de «emociones positivas» (como el placer, la alegría o el éxtasis), la capacidad para «permanecer absortos» ante el fluir de los acontecimientos, la sensación de «pertenencia» ante un ente superior, y el «logro» como consecuencia de «aguantar y no tirar la toalla, pase lo que pase».
Interesante reflexión, sin duda, la de Martin Seligman: una inteligente relación entre la cocina y la psicología que nos convierte a todos en chefs de nuestra vidas con la responsabilidad de cocinar a diario un plato exquisito, siempre a partir de una correcta selección de ingredientes. ¿Qué te apetece comer hoy?
