Cuando llega el otoño, con las lluvias y los primeros rayos de sol después del invierno, el campo de ciertas partes de nuestro país se llenan de espárragos trigueros y de esparragueras que, llenas de pinchos, los protegen de forma inútil su preciado tesoro.
Otra cosa son los espárragos verdes que todos podemos comprar en tiendas y supermercados. Su sabor, delicioso, no lo vamos a negar, nada tienen que ver con los espárragos verdes trigueros que se pueden encontrar en el plena naturaleza, aunque sean muchos los que los llamen, a propósito o por ignorancia, como los espárragos silvestres.
Es evidente que son muchos los habitantes de nuestro país que no han visto nunca un espárrago triguero de verdad, y muchos menos los que han tenido el placer de comerlos. Pero es rara la persona que no haya oído hablar de ellos.
Esta puede ser una razón por la que cuando alguien va a comprar espárragos verdes cultivados al mercado, frutería o tienda, dice que va a comprar espárragos trigueros, pero, en realidad, lo que está comprando son espárragos cultivados que nada tienen que ver con los trigueros, excepto en lo de que son espárragos.
Cómo diferenciar un espárrago triguero de un espárrago verde
Ahora ya conoces la diferencia principal entre el espárrago triguero y el espárrago verde, su forma de obtenerlos. Pero no es la única.
Además de su forma de crecimiento, uno silvestre y el otro cultivado, su sabor es distinto. El espárrago verde tiene un sabor más suave y el triguero algo más amargo y potente.
El espárrago triguero es más fino que el cultivado y su longitud suele ser mayor.
Dentro de los espárragos verdes, no se suelen dar grandes diferencias de color, ya que siempre suelen cultivarse las mismas variedades. Sin embargo, entre los espárragos trigueros, sí puede haber diferencias de color considerables, dado que hay esparragueras muy distintas entre sí.
Los que estamos acostumbrados a pasear por el campo, y tenemos el placer de poder recolectar algunos espárragos trigueros, sabemos que hay esparragueras grandes de tallos blanquecinos y enormes pinchos, que dan como fruto unos espárragos más gruesos y de color más pálido. En cambio, hay otro tipo de esparraguera más fina en tallos y de color más oscuros, con pinchos algo más discretos, que generan unos espárragos más finos y de color más oscuro.
Para unos son más deliciosos los espárragos «blancos», sobre todo porque entran más por los ojos por su grosor. Pero para otros no hay nada como el sabor de los espárragos «negros», aunque sean más finos y pasen algo más desapercibidos que los anteriores.
¿De dónde viene el nombre de espárragos trigueros?
Para ir cerrando, vamos a contarte la razón por la que a los espárragos silvestres se les conoce como trigueros.
Los espárragos trigueros reciben su nombre desde hace siglos, desde cuando se recolectaban en los campos de trigo justo antes de que brotara el cereal amarillento que luego se convertiría en delicioso pan.
Hoy en día en zonas de cultivo casi no hay esparragueras, pero estas se pueden encontrar en las veredas, en los caminos, en zonas pedregosas y bajo los árboles que les protegen de las heladas.